Me gustan todos los que me hacen
casoy no
me convienen.
Me gustan todos los que me hacen
caso, no me convieneny me hacen sentir protagonista de la historia.
Me gustan todos los que me hacen
caso, no me convienen, los que me hacen sentir protagonistade la historia y que estoy
de moda.
Me gustan todos los que me hacen
caso, no me convienen, los que me hacen sentir protagonista de la historia, que
estoy de moda y Fran.
– No, Fran no, que era un muermo! –
Me gustan todos los que me hacen
caso, no me convienen, los que me hacen sentir protagonista de la historia, que
estoy de moda, y el bohemio de David.
– David,
tampoco, que me vuelve la cabeza loca. Era mejor Fran; pero aparece Guillermo–
Me gustan todos los que me hacen
caso, no me convienen, los que me hacen sentir protagonista de la historia, que
estoy de moda y Guillermo.
– Que no,
que Guillermo no te hace caso –
Pues
entonces me gusta Javier, que siempre ha estado ahí, me conoce perfectamente y aun así me quiere.
Echa el freno, madaleno! Te vas a
volver ¡loca!
Voy a hacer un experimento. No saltaré
de oca en oca, y tiro por que me toca. Está claro que la estabilidad que busco no
la encuentro…así que, ¿para que luchar en contra de lo que el destino me manda?.
Voy a salir, a pasármelo bien, a tomarme mil copas y a aprender a estar sola,
sola con mis amigas. Saldré con un chico sí y sólo sí me requetechifla, me
conviene y no hay pre-peros en la historia.
Voy a estar 30 días, con sus 30 nochesy sus 5 fines de semana sin besos…
Espero encontrarme a mí misma. Si
pierdo, invito a mis hombreras a unas coronitas con tequila al más puro estilo OLIVIA!!!
Tengo la teoría de que para tener novio sólo
hace falta una cosa, tener el primero… una vez lo has tenido, ya puedes saltar
de uno a otro. Enamorarte, desenamorarte y volverte a enamorar. Se pierde de
alguna forma ese miedo a lo desconocido, ese miedo al cómo actuar, que hacer
que no hacer y todas las cosas que una NOVIA tiene intrínsecas a su estatus
sentimental.
Mi primer muñeco ruso no era guapo, no le
aprobaban mis padres y había cambiado varias veces de carrera. Mi primer novio
era mayor… estaba en la uni cuando yo no había llegado a cou. Sabía que decir y
que hacer para encerrarme en una jaulita y que solo pensara en él… mi primer
novio fue eso… el primero. Y como cada matrioska se caracteriza por tener otra
dentro. Al empezar la carrera, le abrí y encontré al segundo.
El segundo duró poco, tres meses, adrenalina,
nervios, cambios, sonrisas, ralladas, agobios, NEXT!!
El tercero duró algo más, nos reímos, nos
besamos, hubo momentos llenos de ternura pero como siempre descubrí una
grietita… y una hombrera analítica como yo, que intenta tenerlo todo controlado
¿qué hizo? Pues rascar y rascar hasta que llegó el cuarto…
Y en el cuarto me planté, era perfecto, éramos
perfectos, teníamos casi casi los nombres de los niños y aquí viene lo difícil…
cuando crees que tu muñeco ruso es el definitivo que no habrá nada que os
tambalee ni os agriete, le sale una fisurita, y tratas de no verla. Crees que
con chapa y pintura, viajes y flores pasará. Pero la grieta crece, y te enfadas
y lloras, y vas a un terapeuta e intentas cambiar. Pero cada paso para
acercaros os aleja más y de repente un día se abre y miras dentro… y te da miedo…
Y cada vez da más miedo de si habrá otro dentro…
o ya será tan chiquirriquitín el futuro queridín que le vas a pasar por alto, o
te vas a despistar, o se te va a caer de las manos…
Y si echando la vista atrás cuando tengas a tu último
y no haya grieta por donde se escape, ni quieras abrirle para ver si hay
alguien mejor dentro, ni necesites pensar en otro… tal vez pienses que te
podrías haber saltado algunos, pero sin esas ranitas no podrías haber llegado a
tu príncipe.
Si no te crees lo que cuento, puedes ver la
película francesa las muñecas rusas de Cédric
Klapisch, que además de ser una de mis favoritas me ha inspirado para este post
y me da esperanza para pensar que mi matrioska no está vacía
Hace ya algún tiempo os hablé del hombre de las Cinco Ces, y
hoy, os voy a desvelar al hombre perfecto, que no existe, que no llega… y que
lo que es aun peor, qué ya no se si me gusta!
Esto salió en la típica noche de las “tres Ces”: Chicas, Confidencias, y Copas, en mi habitación de mi
colegio mayor. En pleno pavo de la recién estrenada independencia, solas ante
una nueva vida universitaria, con presentes imprecisos y futuros más que
inciertos… llenas de energía e inocencia.
Todas soñábamos con un príncipe azul, amores perfectos e
historias lineales con inicio temprano y sin final. Porque cuando nos enrolamos en el arte del
amor, todas creemos que conoceremos a nuestra media naranja (pronto, mañana
mismo, quizás), nos enamoraremos –a primera vista, porque “cupido existe” –, viviremos un noviazgo perfecto –
sin altibajos, porque “el amor
todo lo puede” – y nos
casaremos con 24 años, –
“cuanto antes, mejor” – nada
mas terminar la carrera, para que nos de tiempo a tener 8 churumbeles (guapos
todos, por supuestísimo), y viviremos felices el resto de nuestros días una
vida lineal…
y ¡ABURRIDISIMA!
En esos planes de futuro, aparece nuestro galán:
El Agrosexual de las CINCO CES:
Con
letra inglesa, clásica y del siglo X.
1.CLASE ,no en vano está escrita la primera,
puesto que sin clase, amigas mías, no se puede ir a ningún sitio. Mi abuela
decía, que la clase se nota al discutir… y con lo belicosa que soy, es un
requisito imprescindible.
2.CAMPO ,es más que poseer unas cuantas
hectáreas, es un modo de vida, unas aficiones, una manera de ser, la práctica
de la agrosexualidad, un hombre primario, por naturaleza pero dulce en el
amor. Cazador de venaos y de niñas, copero y sin mariconerías. Adjunto la definición de la reina
mexicana, que no dudo, en breve, encontrareis en la RAE:
“El
agrosexual no necesita ir al gimnasio, goza de un bronceado que muchos ya
quisieran y lleva una alimentación envidiable que le proporciona un buen
aspecto físico. El agrosexual desarrolla un instinto cazador para el fin de
semana, cultivado en sus largas horas de soledad en el campo o entre su
ganadería. El agrosexual da una gran importancia a su apariencia física cuando
sale de cacería, preparando concienzudamente todos y cada uno de los detalles
que le asegurarán el éxito con las zagalas en edad de merecer. El agrosexual es
una bestia imparable en el erial del amor y la seducción, es una mezcla entre
la trogloditez del macho en celo y el amante trovador, poeta de verso tullido y
entrecortado. El agrosexual es directo, implacable, un triunfador con los
bolsillos repletos de billetes capaz de embaucar a las más difíciles hembras.
El agrosexual nunca se va de vacío, nunca se queda en blanco ni a dos velas. El
agrosexual no tiene reparos en descargar su preciosa mercancía en algún club de
vuelta al pueblo, y presumir de ello, incluso. El agrosexual no necesita vestir
como una nena y siempre marca paquetón. El agrosexual no se molesta si le
confunden su hombría, es más, le gusta presumir de su inexistente homofobismo.
El agrosexual se rodea de tipos no-agrosexuales que le parten la cara ipso
facto a aquel que ponga en entredicho su masculinidad. El agrosexual, en
resumen, es un líder, un triunfador en todos los campos que no tiene que
adaptarse al medio, ya que consigue que el medio se adapte a él. El agrosexual
no necesita ir por la vida demostrando nada a nadie puesto que tiene tierras,
un gran Mercedes, paga rondas de cubatas a los no-agrosexuales y si dice que
"siete sin sacarla" nadie duda que, a buen seguro, habrán sido ocho o
incluso más.
3.CARRERA,esta “C” tiene “sub-ces” que nos
acercan a su comprensión: Cultura y con Conversación.
4.CARTERA ,“el dinero no da la felicidad, pero
prefiero llorar en un Aston Martin”, nos repetíamos en aquella habitación 315
de un colegio mayor de monjas.
5.CASA PROPIA ,con 18 años nadie era independiente,
y le daba un montón de puntos al galán que ofreciera un nidito de amor. Ocho
años mas tarde, según están las cosas, tampoco es muy fácil encontrar a
candidatos que no sigan viviendo con sus padres.
Y después
de esta declaración de intenciones os confieso que esta lista es una de las
mayores tonterías nunca antes caviladas.
Quiero otras
ces, y alguna “B”…
…una Casa, un caballo y unos Besos que me ayuden a vivir!
Eso es lo
que de verdad quiero.
No quiero
una historia lineal, y doy gracias a Dios por no haberme dejado fugarme para
casarme con mi hombre de las cinco ces cuando cumplí los 21 años – esa historia
es digna de contar–
No quiero
una vida establecida, ni comer perdices los sábados en ese club de socios con
vidas perfectas, y ¿quién necesita un deportivo? Con lo bien que se va en un
monovolumen!!!!...
Tengo miedo a no cumplir mis sueños y sueños en los que no
tengo miedo
Tengo miedo desde que la palabra CANCER salió de los
horóscopos y se metió en nuestras vidas, y más miedo desde que ha pasado
demasiadas veces y ha llegado demasiado lejos.
Tengo sueños para escapar de mi vida y de mis miedos. Tengo
un mundo imaginario, glamuroso y un poco de cuento.
Las hadas no existen pero si me consigues ese mundo te hago
mi príncipe.
Hoy he oído otra palabra de miedo mucho más que
Frankenweenie y Hotel Transilvania. La palabra es DEPRESIÓN y ya no es sólo
económica.
India, India por qué te has dejado?
Sueña, sueña hombrera de ojos tristes, no derrames más
lágrimas no huyas de más miedos.